Espiritualidad del Acampeucarístico

El concepto de espiritualidad proviene del latín eclesiástico spiritualitas y se refiere a la noción de “aliento, espíritu”, como búsqueda de sentido, esperanza y liberación. Más que tener una espiritualidad, somos espiritualidad, somos el aliento de Dios que da sentido a la vida, ofrece esperanza y nos libera.

«Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo» (1 Cor. 12:4). Así pues, Dios es siempre el mismo, pero los carismas o dones son múltiples. Él mismo nos inspira, nos infunde su don creador.

Y un carisma inspirado por Dios en la vida y misión de San Pedro Julián Eymard fue su gran amor a la Eucaristía. Por eso, ésta es la espiritualidad, el don, el aliento de todos aquellos que viven el camino del Acampeucarístico. Pero ¿cuáles son las características de la espiritualidad eymardiana de Acampeucarístico?

Fundador: San Pedro Julián Eymard es el Apóstol de la Eucaristía (Papa Juan XXIII), el Santo que vivió en profundidad la espiritualidad eucarística y nos enseña a vivir de este soplo amoroso de Dios.

Cenáculo: inspirado en este amor eucarístico, el Padre Eymard nos enseña que todo cristiano está llamado a vivir la entrega de sí, la entrega total, como Jesús vivió en el cenáculo del Cenáculo con sus discípulos.

Amor: el centro de esta espiritualidad debe ser el amor, y el amor debe ser exagerado, porque el amor no tiene medidas. Por este amor, somos elevados sobre las alas de un águila para emprender el vuelo en el amor y la entrega, en la donación de toda nuestra personalidad a Cristo.

Pilares: El soporte de este amor, don de sí, aprendido en el Cenáculo Eucarístico, es una vida fraterna, orante y de servicio. En el camino concreto de nuestra existencia, seguimos este itinerario mistagógico, encontrándonos siempre alrededor de la mesa de la Palabra, del Pan y del Vino Eucarísticos y del Ágape.

Son precisamente estos elementos fundamentales los que nos forman en el ser y actuar eucarístico para un recorrido apasionante y apasionante que tiene lugar en el Campamento Eucarístico.